
La discusión en cuestión venía a raíz de la “polémica” decisión que algunas escuelas públicas (Zaragoza, Mijas y Cartagena) tomaron de eliminar de las actividades escolares las tipicas celebraciones navideñas.
Pero, ¿Cómo va a ser eso? ¿Cómo va a renunciar “la España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María” a imponer su religión en la escuela? ¿Pero, dónde se ha visto eso? La Navidad es la Navidad y, si en las escuelas públicas hay niños que pertenecen a familias que no comparten la “fe cristiana”, pues que se aguanten, que para eso ”nos han invadido”, que no se quejen tanto, que les estamos dando de comer; y los profesores y profesoras que no tengan tanta sensibilidad por la diferencias, que no se les paga para eso.
Y, claro, es que la culpa de todo la tiene el laicismo. Ese maldito laicismo que promueve que los signos religiosos queden absolutamente fuera de la escuela pública, ese laicismo que lucha para conseguir leyes que favorezcan que todos los ciudadanos y ciudadanas de un determinado país puedan disfrutar por igual de sus derechos y puedan cumplir, por igual, con sus deberes.
Pero, bueno, ¿Es que acaso el progreso de Occidente no se debe, precisamente, al laicismo? ¿Es que lo países en los que la religión se confunde con el Estado viven mejor que nosotros? La experiencia histórica nos enseña que, en los casos en los que las creencias religiosas han interferido o se han aliado con el poder para dirigir la sociedad, se ha caído en la tiranía, la pobreza y la falta de respeto por los derechos humanos.
¿Cuántas personas, de esas que se quejan del gran apogeo laicista de nuestras sociedades, estarían dispuestas a renunciar a su nivel de vida y de progreso como seña de fidelidad a su creencia religiosa? A ver cuando nos damos cuenta que la diversidad es riqueza para nuestras sociedades y que, la diversidad y la diferencia, lejos de ser un peligro, representa un reto importante: el esfuerzo para entendernos, comprendernos y respetarnos. Y eso, sin duda, nos hará mejores personas y mejores cristianos y cristianas.
¿Laicismo? ¿Por qué no? A mi no me parece tan peligroso
1 comentario:
RESPECTO AL LLAMADO LAICISMO:
Tengo 34 años de los cuales 17 años viví en Dictadura donde en las salas de clases era muy poco lo que se podia hablar de Politica o de Religión, esto nos llevo a ser una Generación sin mucho que decir ya que nuestras opiniones no importaban mucho. Pienso que el crecer con valores cristianos y celebraciones cristianas lejos de perjudicar el modelo educativo, ayuda por lo menos a que los niños crezcan con valores. Pero a nadie se le puede obligar a cumplir con ciertos ritos que no son de su cultura o creencia.
No debemos olvidarnos que la fuente de toda verdad y buena conducta es Cristo, no son los valores eticos ni creencias religiosas.
Pero apoyo el respeto a culturas diversas y religiones, Dios dice en la Biblia "bendita la Nación cuyo Dios es Jehová" eso incluye la educación de las Naciones.
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